Motos y cuatriciclos

Ya pasó un mes desde el 28 de Agosto, día en que me dirigí esperanzada a la Municipalidad y al Concejo Deliberante a hacer entrega del petitorio para la regulación del tránsito de motos y cuatriciclos y de las 500 firmas que lo acompañaban. Un reclamo legítimo de los vecinos de Villa Gesell a favor del cumplimiento de la legislación vigente, al que adhirieron la Asociación Vecinal del Sur y la So.Fo. de Mar de las Pampas y del cual se hicieron eco la prensa local, zonal y la o.n.g. “Luchemos por la Vida” a nivel nacional.
Debo decir que al entregárselo en mano al Presidente del HCD y ver la expresión en su cara, sospeché por un instante cuál sería el resultado de tanto esfuerzo, pero como soy optimista al extremo, rayando la ingenuidad, descarté ese pensamiento de inmediato.
Ingenuidad reiterada y manifiesta, al creer que desde el momento en que el expediente ingresaba a la comisión correspondiente, dichos concejales lo estudiarían a fin de completarlo y mejorarlo. Porque a fin de cuentas este petitorio era sólo el puntapié inicial para la creación de una nueva ordenanza de tránsito para nuestra ciudad, más completa, actualizada y que sirviera a los fines de reducir los riesgos de accidentes y salvaguardar vidas, ni más ni menos. Ordenanza que no me correspondía redactar a mí, pero sí a los profesionales en la materia, los señores concejales, cuyo trabajo es rentado.
Los imaginé en plena actividad sobre un plano gigante de Villa Gesell: recurriendo a los registros de accidentes (quiero creer que existen), determinando en qué áreas ocurren el mayor número de ellos, planificando mayores y más amplios controles, considerando la necesidad de generar conciencia y responsabilidad, de educar mediante campañas de prevención sistemáticas, consultando la legislación vigente en otras ciudades con problemáticas similares…y por supuesto, estudiando concienzudamente la viabilidad de nuestras propuestas. Todo esto con la mayor celeridad para que las nuevas medidas estén implementadas antes de la temporada, sin considerar (¡ilusa!) que la proximidad de las elecciones podrían constituir un factor de especulación y un motivo más para no gobernar.
En mi ánimo por colaborar con los señores concejales envié un correo electrónico al Sr. Gustavo Córdoba (Comisión de transporte y obras públicas) del bloque radical, ampliando aún más aspectos de esta propuesta y adjuntando una ordenanza de Pinamar, que contenía elementos interesantes y factibles de aplicar en nuestra ciudad. En cuanto al bloque del PJ, tuve la oportunidad de dialogar con los concejales Castellani y Alvarez, quienes se mostraron interesados en las propuestas pero como bien comprendí más tarde poco pueden hacer durante las sesiones frente a la mayoría del bloque opositor. Por parte del Sr. Córdoba, en un principio recibí una respuesta amable y alentadora que casi me hace revertir parcialmente el concepto que tengo del oficialismo. Aunque esta reconsideración duró poco, porque finalmente los concejales radicales resolvieron en una clara muestra de la soberbia que tanto los caracteriza, que la voluntad de más de 500 vecinos no merecía más que un burocrático pedido de informes al Poder Ejecutivo que sólo Dios sabe cuándo será elaborado pero cuyo contenido intuyo. Y como si fuera poco tuve que escuchar al mismísimo Gustavo Córdoba decir que en Villa Gesell se hacen cumplir las ordenanzas. ¿Habrá sido una expresión de deseo de su parte? ¿un desvarío temporario? ¿habrá querido quedar bien con alguien de su partido? Ante semejante sinsentido nada queda por agregar. Lo que resta es la impotencia y la rabia de sentirse burlada por este grupo de personas que deciden el destino de nuestra ciudad.
Por mi parte considero muy valiosa esta experiencia, nunca creí que me animaría a escribir a medios, hablar en una entrevista radial o televisiva. Si lo hice yo, cualquiera puede hacerlo y si todos nos animáramos seguramente otra sería la realidad de Villa Gesell. Estoy convencida de que éste es el momento de generar el cambio y cada cual sabe qué es lo que puede aportar para hacerlo realidad.

Anabella Zubarriain
DNI nº 24.539127
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